AuadLab http://auadlab.com.ar Laboratorio Clínico Tucumán Sat, 22 Jun 2019 17:47:42 +0000 es-AR hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.8.6 VIVE FELIZ!!!, VIVE MAS Y MEJOR http://auadlab.com.ar/vive-feliz-vive-mas-y-mejor/ Tue, 18 Apr 2017 21:45:43 +0000 http://auadlab.com.ar/?p=3771 Una de las aspiraciones que tiene la mayoría de las personas es ser feliz y encontrar aquellas cosas que le harán sentir pleno. Aunque la vida está llena de dificultades, casi todos luchan de múltiples formas por mantenerse en ese camino que causa sensación de bienestar y placer. Si bien no suele ser fácil mantener este estado

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Una de las aspiraciones que tiene la mayoría de las personas es ser feliz y encontrar aquellas cosas que le harán sentir pleno.

Aunque la vida está llena de dificultades, casi todos luchan de múltiples formas por mantenerse en ese camino que causa sensación de bienestar y placer.

Si bien no suele ser fácil mantener este estado emocional, hay quienes aprenden a dominar su actitud para sacar el lado positivo a casi todas sus experiencias.

Estos últimos, los que logran sentirse felices la mayor parte del tiempo, reciben una serie de beneficios en su salud que, según expertos, les dan hasta tres veces más posibilidades de vivir por más tiempo en comparación de aquellos que no disfrutan sus vidas.

Así quedó comprobado en una investigación realizada por científicos del University College London (UCL), quienes concluyeron que las personas con mejor humor fueron 35% menos propicias a morir durante los cinco años siguientes.

El estudio

Para determinar los efectos de la felicidad en la salud, los expertos analizaron los datos de 11.000 personas en Inglaterra con edades comprendidas entre los 50 y 100 años y desde el año 2002 hasta el año 2011, como parte de su proyecto English Longitudinal Study of Ageing.

Los individuos fueron interrogados tres veces en este periodo, siendo evaluado su bienestar psicológico y determinando a través de algunas preguntas si estaban disfrutando de la vida.

Los investigadores determinaron que aquellos que aseguraban disfrutar plenamente sus vidas tenían oportunidades de vivir entre 9 y 10 años más que aquellos que dijeron no estar satisfechos con las mismas.

Los científicos indicaron que los efectos de la felicidad son muy amplios y difieren con la edad, el sexo y la posición económica de cada persona.

Este estado emocional podría ser útil para detectar aquellas personas que tienen más riesgos de desarrollar alguna enfermedad en edades posteriores.

Visita este artículo: 8 alimentos que te darán sensación de felicidad

El profesor Andrew Steptoe, uno de los líderes de la investigación, concluyó que estos datos son reveladores e importantes.

En 9 años de estudio, la proporción de muertes fue del 9,9% en aquellos que disfrutaron su vida, frente a un 28,8% entre los que no se sintieron felices. “Esto ocurría incluso cuando factores como la edad, el sexo o la posición social se tomaban en cuenta“, señaló el profesor Steptoe.

El investigador cree que la razón que explica esto es que la persona que es feliz tiene más tendencia a cuidar de sí mismo y llevar un estilo de vida más saludable en comparación de los que viven amargados y tristes.

Además, a esto hay que sumarle que la sensación de bienestar implica atravesar menos episodios de estrés, lo que también es determinante.

El pesimismo perjudica la salud

Mientras que la felicidad conduce a tener una mejor calidad de vida, el pesimismo, la frustración y la insatisfacción tienen una relación con el desarrollo de inflamaciones crónicas que perjudican significativamente la salud.

Así lo sugieren las conclusiones de un estudio realizado por la Oficina de Salud de la Mujer en Estados Unidos, en el cual se determinó que las mujeres calificadas como hostiles y desconfiadas tienen mucho más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en comparación de las optimistas, que tienen una esperanza de vida por encima del promedio de alguien normal.

Enemigos de la salud y el bienestar

Los constantes cuadros de ansiedad, estrés o depresión, entre otras emociones, tienen una fuerte relación con el aumento del riesgo de enfermedades crónicas y una vida más corta.

El bienestar emocional y una visión positiva de la vida alejan este tipo de sentimientos negativos y contribuye a la longevidad y la mejora de la salud general.

Estos beneficios podrían deberse a su capacidad para promover la función inmune y la estabilidad de las funciones cardiovasculares.

No olvides leer: La depresión puede producir problemas cardiovasculares

Las recomendaciones para una mejor calidad de vida

Aunque los investigadores reconocen que el buen humor tiene una relación con la longevidad, ellos aclaran que la felicidad no es una causa directa de una mayor esperanza de vida.

En este sentido, es primordial adoptar hábitos para mejorar la salud y prevenir enfermedades. Evitar la obesidad, comer de forma balanceada y hacer actividad física son algunas de las cosas que se pueden hacer todos los días para prolongar los años de  vida.

Aunque por ahora es imposible afirmar al 100% que la felicidad aumenta los años de vida, sí está claro que cambia al menos las probabilidades de sufrir diversas enfermedades físicas y mentales.

 

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PSICOINMUNONEUROENDO – CRINOLOGÍA http://auadlab.com.ar/psicoinmunoneuroendo-crinologia/ Thu, 05 Jan 2017 12:29:28 +0000 http://localhost/wordpress/medicenter/?p=257 ¿Qué es esta disciplina médica con un desarrollo tan notable y novedoso? La Psicoinmunoneuroendocrinología (PINE) es el estudio integrado del comportamiento psíquico, neural, endocrino e inmunológico que permite a un organismo responder con fines adaptativos a las múltiples demandas que están constantemente presentes en su medio interno y externo. La PINE no es una disciplina

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¿Qué es esta disciplina médica con un desarrollo tan notable y novedoso?
La Psicoinmunoneuroendocrinología (PINE) es el estudio integrado del comportamiento psíquico, neural, endocrino e inmunológico que permite a un organismo responder con fines adaptativos a las múltiples demandas que están constantemente presentes en su medio interno y externo.
La PINE no es una disciplina única identificable  sino que se trata más bien de una “metadisciplina”, resultado de la interrelación entre las distintas especialidades médicas que la componen y que aportan sus conocimientos para poder interpretar una respuesta integrada a un determinado estímulo. Así por ejemplo ante una situación nociva para el organismo (agresión física o psíquica) se producen cambios neurales, inmunológicos, endocrinos y psíquicos que producen una determinada respuesta cuya finalidad es la conservación de la integridad de las funciones orgánicas.

Durante casi medio siglo se consideró que los distintos sistemas del organismo se autorregulaban en forma independiente entre sí. Bastaría con citar el ejemplo del sistema endocrino que a través de los distintos mecanismos de retroalimentación podía incrementar o disminuir la actividad de las distintas glándulas. Dentro de este ejemplo merecería citarse el hecho de que la ovulación en la mujer, y por lo tanto su actividad reproductiva era considerada como controlada por mecanismos que residían exclusivamente dentro de la actividad de eje endócrino hipófiso-ovárico. Hoy en día se considera que la ovulación es el producto de la integración del PINE. La aparición de evidencias clínicas y experimentales que demostraron la comunicación funcional entre el sistema nervioso, el endocrino, el inmune y el aparto psíquico fueron cambiando este enfoque simplista y llevaron a una visión conductual integradora de las funciones del organismo, basada fundamentalmente en el hecho que cambios en uno de estos sistemas eran correspondidos por modificaciones en los otros. Así por ejemplo se demostró y verificó experimentalmente que modificaciones en la concentración de hormonas, como durante el período premestrual de la mujer, son acompañados por modificaciones de la conducta; que depresiones psicológicas, que modifican el sistema inmunológico, son causa de enfermedades y de importantes alteraciones en los ejes endócrinos; que pacientes con cancer mejoran su evolución y sobrevida al mejorar su estado psicológico.

Estos cambios endocrinoinmunológicos fueron algunas de las evidencias que avalaron la interrelación entre los sistemas que integran el PINE.
La demostración realizada en la década del 70 de la síntesis de hormonas por parte del Sistema Nervioso Central (SNC) que regulan la actividad del sistema endócrino llevó a la integración de ambos sistemas desde un punto de vista anátomo-funcional y fue la base del desarrollo de la neuroendocrinología, disciplina considerada como un importante avance en el proceso de integración entre los distintos sistemas del organismo. Los descubridores de estos hallazgos fueron galardonados con Premio Nobel y actualmente se utilizan esta hormonas sintetizadas en el SNC con fines diagnósticos y terapéuticos en neuroinmunoendocrinología.

El SNC además de sintetizar estas neurohormonas produce una serie de sustancias denominadas neurotransmisores y neuromoduladores, que las regulan. Por otro lado, el aparato psíquico utiliza de estos neurotransmisores como su correlato fisiológico fundamental. La alteración de distintos sistemas de neurotransmisores  constituye la base de la patología psíquica como lo demuestra el hecho de que enfermedades psiquiátricas clásicas como la depresión y los trastornos de la ansiedad  son tratados con agonistas o antagonistas de tales neurotransmisores.

En los últimos 20 años se comenzó a descifrar la compleja fisiopatología del sistema inmune habiéndose descubierto su capacidad de segregar hormonas para interconectarse y autoregularse. Estas hormonas, denominadas citoquinas, tienen la capacidad de modificar respuestas del sistema, en casos que sea necesario para el organismo.
Posteriormente se fueron aclarando hechos que si bien eran de observación corriente no tenían una demostración científica fehaciente. La síntesis e identificación de  las neurohormonas, de los neurotransmisores y de las citoquinas, permitió demostrar el efecto de cada una de ellas  sobre otros sistemas.

Los resultados de las investigaciones realizadas en las últimas dos décadas  demostraron que las neurohormonas regulan al sistema endócrino y al inmunológico, y que al producir cambios en estos sistemas ellos repercuten sobre el aparto psíquico.
A su vez las neurohormonas son reguladas por los neurotransmisores, las sustancias químicas que son la base del funcionamiento del aparato psíquico, de manera, que este aparato ejerce un efecto directo sobre el sistema endócrino-inmune.

De acuerdo a lo expuesto es clara la comunicación, estructural y funcional de las distintas disciplinas que integran la PINE. Una característica de esta intercomunicación es la interdependencia de todos los sistemas que constituyen una red de control mutuo para evitar cambios que puedan ser nocivos para el organismo. Para ejemplificar este concepto bastaría la mención del efecto del cortisol, hormona de la corteza suprarenal, sobre el sistema inmune que actúa como freno regulador de la actividad de este sistema, para evitar un conjunto de alteraciones producto de la hiperactividad del mismo (enfermedades autoinmunes como la diabetes, tiroiditis, ovaritis,miocarditis, etc) que llevan a la destrucción de estructuras orgánicas fundamentales. Esta es la base de la administración de cortisol para deprimir el sistema inmune hiperactivado para rechazar tejidos ajenos al organismo (trasplantes).

El gran crecimiento de la PINE en la última década se vio apoyado fundamentalmente por el desarrollo de la inmunología y la interpretación de que el sistema inmune puede ser considerado como un órgano receptor sensorial por su capacidad de recibir, procesar y enviar información al SNC modificando neurotransmisores fundamentales en la fisiología del sistema psiconeurológico. La capacidad multifuncional del sistema inmune está basada en una gran  diversidad de receptores que analizan los estímulos recibidos y los comunican a la red PINE para que esta realice sus ajustes regulatorios . Estos ajustes pueden ser motores, sensoriales, sensitivos, hormonales, etc., los que llevan en definitiva a respuestas conductuales. Estas respuestas tienden a mantener a la red PINE en equilibrio y por lo tanto a la homeostasis(o constancia del medio interno) del organismo.

Esta homeostasis se visualiza hoy como abarcada por dos aspectos. Cuando William Cannon a comienzos de siglo introduce el término buscó denominar a los factores que mantienen el estado de equilibrio del organismo. En el modelo propuesto por Cannon, los mecanismos homeostáticos reaccionan ante los factores que atentan contra este estado de equilibrio, restituyéndolo. El advenimiento de la Cronobiología, la rama de las ciencias que estudia los ritmos biológicos, introdujo una nueva perspectiva de la salud y de la enfermedad vinculada con la naturaleza rítmica, circadiana, de las funciones fisiológicas.

La existencia de variaciones rítmicas en las funciones fisiológicas, que no reaccionan sino anticipan  las perturbaciones predecibles, ha conducido a que el término homeostasis se utilice hoy en un sentido doble:
Son homeostasis no sólo las estrategias que permiten al organismo una respuesta apropiada ante cambios en el medio ambiente (“homeostasis reactiva”, al modo de Cannon), sino también las respuestas periódicas(ritmos Biológicos) que permiten al organismo predecir el momento de probable aparición de los estímulos ambientales y así iniciar de antemano la corrección adecuada (“homeostasis predictiva”). En consecuencia, el estado de salud (o el mantenimiento de la homeostasis) es visualizado como el resultado tanto de una correcta reactividad ante diferentes estresores internos o  ambientales como de una armónica secuencia y manifestación de los ritmos en las funciones fisiológicas.

La red PINE opera a un nivel “tónico”que puede ser ocasionalmente alterada cuando ocurren cambios en algunos de sus componentes, siendo este cambio percibido inmediatamente por los otros sistemas.
Cada uno de los componentes que constituyen la PINE tienen memoria. Durante mucho tiempo se pensó que únicamente el cerebro era capaz de aprender. Sin embargo en  1974 en el laboratorio de Robert Adert, de la Universidad de Rochester se descubrió que el sistema inmunológico poseía también esa capacidad. Esto  se demostró  originalmente en un experimento en ratas  con una determinada droga antineoplástica conocida por su gran capacidad inmunosupresora  y por el cuadro nauseoso que produce: la ciclofosfamida. El estudio consistió en un experimento clásico de condicionamiento apareando la ciclosfamida a agua saborizada con sacarina tratando de condicionar las náuseas que producía la droga con el agua y una vez condicionado el animal producir los mismos síntomas nauseosos con el agua solamente. Sin embargo al administrar el agua sin la droga las ratas morían y esto era debido a que la depresión inmunológica  que se observaba con el agua era similar a la de la ciclofosfamida. Este experimento demostró que la respuesta del sistema inmune puede ser condicionada de la misma forma que los procesos de aprendizaje tradicionales.

Finalmente el ejemplo clásico de la integración del PINE es el estrés donde un estímulo psíquico que es evaluado por el SNC como danino para el organismo produce lo que Hans Selye denominó el Sindrome General de Adaptación en el cual se ponen en movimiento dentro del SNC distintos mecanismos adaptativos. Entre estos se puede mencionar el incremento de los neurotransmisores que estimulan la secreción hipotalámica de la hormona liberadora de adrenocorticotrofinahipofisaria la que al llegar  a la adenohipofisis libera la adrenocorticotrofina  (ACTH). Esta hormona al actuar sobre la corteza suprarrenal estimula la secreción de sus hormonas entre las que  se encuentra el cortisol. El cortisol produce cambios en practicamente todos los sistemas del organismo para adaptarlo a ésta situación de estrés (aparato circulatorio, digestivo, respiratorio, inmunológico SNC, etc.).

El resultado de todos estos cambios es la conservación de mecanismos fisiológicos de supervivencia. Sin embargo estos cambios deben tener una duración  determinada ya que pueden ser nocivos para el organismo (aumento de la presión arterial, aumento de la glucemia, estimulación de secreciones digestivas, activación de sistemas neuronales, depresión inmunológica, etc.). Una vez finalizado el estímulo estresante los corticoides adrenales aumentados, inhiben los cambios neuroinmunoendócrinos  que introdujeron su incremento y se restablecen  las funciones normales de los aparatos afectados.
Sin embargo si el estrés se prolonga en el tiempo, (estrés crónico) estas modificaciones de adaptación persisten y producen cambios irreversibles provocando enfermedades como la hipertensión, la diabetes, las lesiones ulcerosas del aparato digestivo y todas aquellas patologías que acompanan a la depresión inmunológica como el cáncer, el SIDA, etc.
Si bien la idea de que los diferentes sistemas corporales funcionan integrados o que el organismo funciona como un todo es un conocimiento muy antiguo, fácilmente observable  en la clínica cotidiana, los hallazgos, productos de la investigación de las últimas décadas, con tecnología de avanzada, lo están demostrando fehacientemente y está llevando a un enfoque más directo de la relación mente-cuerpo en las distintas especialidades del campo de la salud.

El avance tecnológico a nivel de la biología, las neurociencias, la psicología, y la sociología entre otras posibilita actualmente el estudio de la interacción  biopsicosocial  de una manera más focalizada en investigaciones que descubren más íntimamente las interrelaciones a que hace referencia la PINE.
De esta manera pueden ser considerados bajo la luz de esta tendencia integradora, que es el paradigma de la PINE, el efecto de los factores psicosociales sobre diferentes estados de enfermedad clínica ya sea influenciando en su aparición, su evolución y su pronóstico.
Los nuevos aportes científicos que están recibiendo las distintas disciplinas que integran las Ciencias de la Salud están llevando a la PINE a un desarrollo cada vez más unificador y abarcativo.

Información detallada sobre especialización en Psicoinmunoneuroendocrinología:      

http://www.intramed.net/actualidad/not_1.asp?idNoticia=34077

 

FUENTE:

Autor: Dr Jaime A. Moguilevsky Fuente: Universidad Favaloro

Dr. Jaime Moguilevsky:
Profesor Titular Consulto de Fisiologia Facultad de Medicina UBA
Investigador Superior del CONICET
Decano Facultad de Posgrado Universidad Favaloro
Director de la Maestria : Psicoinmunoneuroendocrinología  de la Universidad Favaloro

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